La historia real detrás de dos emprendimientos mega exitosos
Historias de esfuerzo y perseverancia que dejan una valiosa lección para todos los emprendedores.
Howard Shultz, tenacidad y visión para Starbucks
La primera vez que este vendedor de cafeteras pisó Starbucks sintió el amor a primera vista. En ese instante, decidió que trabajaría allí. Y lo consiguió… El flamante director de ventas minoristas de Starbucks, inspirado por un viaje a Italia, propuso a los dueños de la cafetería crear una experiencia totalmente customizada. Incluyendo variedades de café, los clientes podrían elegir al detalle cómo querían el suyo y sentir que realmente fue hecho “sólo para ellos”.Esta es la historia real detrás de dos emprendimientos mega exitosos que dejan una gran lección para todos los que tienen la idea de abrir un nuevo negocio o incluso para aquellos que sólo quieren un cambio de rumbo.
Los dueños de la tienda en aquel entonces no vieron con buenos ojos este camino ni la ambición de crecimiento de Shultz. Querían mantener una operación más pequeña. Shultz fundó su propia marca (“Il Giornale”) pero sólo para recaudar los casi 4 millones de dólares que le llevaría arrebatar Starbucks de la mano de sus dueños originales.
Con él como CEO y ya sin límites a sus ideas, logró que esta pequeña cafetería se transformara en el monstruo que todos conocemos, con 24.000 sucursales a lo largo y ancho del globo, cotización en Nasdaq desde 1992 y una fortuna personal par Schultz que se estima en alrededor de 3.400 millones de dólares.
Payal Kadakia, su otra pasión la guió al éxito con Class Pass
Impulsada por su pasión por el baile y el fitness, se dispuso a buscar una clase de ballet en Nueva York. Luego de perder más de una hora recorriendo distintos sitios webs sin descubrir cuál era la mejor alternativa para ella fue que llegó la idea.
Payal crearía un sitio web que permitiría a sus usuarios reservar una clase de un estudio de danza o de un gimnasio, entregando la mejor información para poder seleccionar la alternativa correcta.
Los gimnasios o estudios de danza pagarían una comisión y así nacería ClassPass, una herramienta que ya lleva más de 60 millones de reservas realizadas y a la que se adhirieron más de 14.000 centros de acondicionamiento físico.
Esta ex empleada de Warner Music, allá por 2010, quería dejar su empleo. Motivada por haber visitado algunos emprendedores en San Francisco, volvió con la idea de convertirse en una.
Así, se dio dos semanas para pensar en una idea innovadora que fuera un éxito. Le bastaron 36 horas.
Aunque la idea era buena, no fue un éxito instantáneo. Tuvo que cambiar el formato en el que se reservaban clases puntuales para pasar a ofrecer paquetes de clases, con una suerte de venta por suscripción a través de créditos que se compraban en su ClassPass. Al día de hoy, el negocio creció a punto tal de recaudar capital de inversores (entre ellos incluso Google) por 173 millones de dólares.
No se conoce el valor específico de la compañía, aunque se estima ronda los 500 millones de dólares, al tiempo que la riqueza personal de Kadakia sería de unos 50 millones de dólares.
